Perdona a mi alma por esta falsa apariencia de prepotencia.
Decía que salvaba otras
y que era una mujer en un de hombre de transición.
Perdona a mi alma por creerse grande, cristalina y sabia
Regalaba tréboles pochos,
tonos tierra, sexo, drogas y rock and roll multicolor.
Perdónala porque ahora que sé que sin mi permiso se vendió bastarda,
puedo decidir a quién y a qué salvar ya que el diablo la compró barata.
Un incendio,
un corazón de tréboles,
rescatar unos lunares.
Un imperio,
un salazón salvado a la orilla de los mares.
Tu todo.
Mi para siempre.
El ojalá.
Mi oasis lleno de palmeras…
la nada.
Mi alma ya no vale…
conmigo…
sin ti…
en ese destino…
mi suerte…
tus hadas.