Rompí mi úlimo vaso de vino
y ni pena me dio.

Sin querer y con total delicadeza quebró,
y me cortó el dedo chico.
Dolió, sangró, y con el agua se diluyó el dolor que generó su último sorbo de vino.
Rompí mi úlimo vaso de vino
y ni pena me dio.
Sin querer y con total delicadeza quebró,
y me cortó el dedo chico.
Dolió, sangró, y con el agua se diluyó el dolor que generó su último sorbo de vino.
No por mal sino por bien
Ya me gustaría que la tuya fuera para acorralarme de nuevo, jalarme de los pelos, desmontarme el armario con tu ropa y acariciarme con tus besos.
Ya me gustaría que arregláramos nuestras feas diferencias, que ya de malos está plagado el mundo y nuestro tiempo apremia.
No por mal sino para bien, sé conmigo de una puta vez, una sin vergüenza.
Ya llegó el conejo de la suerte,
haciendo reverencia, con su cara de inocencia.
Tú besarás al chico o a la chica que te guste más.
Eran los noventa pero tras conocerte hoy,
te imagino en un coro enorme, espiral, concéntrico, de caracol…
Hoy te imagino con todas la personas del planeta
y con la suerte de poder elegir el beso que doy-
Sin duda repetiría tu mejilla, esa de cachetes rollizos, suaves y piel pimentón.
MELENA
Esa melena negra que rodea sus dedos y su frente llena.
Esa alfombra azabache de la que se queja
y esos jalones de los que tanto se recrea.
Quiero olvidar que te has ido.
Puedo vivir sin ti en el día y dormir con tu lado de la cama vacío.
Cinco aros negros en el portabultos de un coche o un acento andaluz.
En el suelo unos pelos negros gitana o el vino blanco seco del sur.
Los bolsos negros, las bonitas caderas y las cinturas estrechas, el carácter, los labios rojos, las palabras suaves, las miradas brillantes, los torpes tropezones, los perros sin correa.
La valentía, la lucha, la gracia, las uñas de gato en la luna, las sonrisas llenas, el cocinar descalzo, cantar sin voz en la ducha en alto, las manos chiquitas y los pies suavecitos.
Las saetas y los bailes de la primera a la cuarta y las fragancias de cada esquina por las fores de jazmín.
Vivir en nuestro reino me recuerda que seguimos bajo este cielo azul,
me esperanza y da ganas, fuerza y calma a este corazón baldido.
Pero, por favor, al que mada le digo:
Déjame olvidar que se ha ido
Frío, mucho frío.
Ni la hoguera, ni la manta… No sirve arrimarme a otras veras ni la gula ante el alma carpanta.
Frío, más que frío
Ni el día, ni el sol…No calientan mis pies ni mis manos ante su falta.
Frío, mucho frío
En todo mi cuerpo salvo en mi corazón donde sigues tatuada para siempre, mi vida, mi amor
Eterno, dicen, sin principio, sin fin.
Y comenzó un Martes
y, por kilómetros o años quizás, se cerró ayer.
Gustas con tus juegos con los tiempos y tu oasis de sentido, al cerrar los ojos con el corazón novel y follar con la deidad.
Pero déjame buenas nuevas sabiéndote para siempre
Incluso ahora que siento que ya no estás.
Dolor.
Duelo
Soledad…
Temblar
Desesperar
Llorar
Dolor
Desvelo
Parvedad…
Correr
Estremecer
Caer
Dolor
Suelo
Ansiedad…
Huir
Partir
Aterir
Lo que sea pero sin dolor, juntos por ley y deidad, por nuestra eternidad.
Titánides de sexo, sexo de titánides.
Y es que la vida hecha por ellas es…y además: es mejor.
P. D. trazos de pluma de mujer lesbiana transexual, tintada de niño siguiendo el curso natural.
Se le olvidó, creo
Pero decía mi abuela que si se va y es su cepillo de dientes lo que deja olvidado… volverá.
Creo que lo hizo adrede… y… Ojalá así sea.