Siento mis ausencias, los desayunos sin preguntar, mis venidas arriba y mis lágrimas.
Siento las flores y mi mal humor y siento tomarme tanto tiempo para mí.
Y sí, había otra y era Martina.

Y ahora léeme a ver si te atreves:
Nuestro tiempo y espacio individual con en el mundo, cogidos de la mano. Los desayunos de aguacate, tomate y té, de alegrías sin sentido ni contención y de llantos de carcajadas.
Los colores de los geraveles que daban vida a mi seriedad, de la bonita, por pasar mis días a tu lado.
Y Martina, la que sería nuestra hija.
Qué distinto sería si me leyeras abierta en canal, pero ya no estás.
Foto: @t.suarez_love @toti_suarez_fotografia , gracias Blue, Peluda