Tato Limón,
su nombre tras conocerla a ella
y su apellido por su dulce amargor.
Tato Limón,
ojos azules y chiquito, pequeñito,
negro, de pelo negro y canas de sazón.
Tato Limón
mi gato de fortuna, de mi alma turbador
mi amigo felino, incondicional nuestro amor.
Tato Limón
tras el otro lado del arcoíris me encontraré contigo
ahora que te has ido sin ton ni son.
Dicen que sólo es un gato y por qué lloras su ausencia… te cuento.
Un nene indefenso, cachorrito, dependía de mi amiga y de mí para comer, para hacer pipi, para dormir. Mil biberones le dimos y… ¡cómo se le hinchaba la barriguita!… si por él hubiera sido habría explotado debido a las ansías con las que comía.
Convivió muchos meses con cuidados de veterinarios, de cariños profesionales y de algarabía, perros, otros gatos, tortugas y alguna que otra hormiga. Estas últimas le hacían dar brincos de lado que me sacaban más sonrisas que Vieira en la Chistera.
Pero al final, fuimos compañeros de piso en mi humilde hogar. No le importó carecer de lujos, pero si de caricias. No le molestó dormir sin franela porque dormía bajo mi vera, abrazándome, ronroneándome y masajeándome el cuello con esas patitas chiquitas. No le importó estar tiempo sólo ni demasiado acompañado…Tato sólo quería un amigo y en mí lo consiguió.
Él no era más zarpeta que yo ni yo más ruinito que él. Pero además, él, me llamaba a la calma cuando las noches se me aventuraban eternas y me reclamaba sonrisas por las mañanas, a mediodía y de tarde mientras pensabas que tus problemas te quitaban las ganas. Nadie compartió conmigo tantos secretos a solas, recogiendo dátiles de sus palmeras ni mis trozos tras su ausencia.
Un amigo fiel, un amigo felino, mi Tato Limón.
La última noche se portó genial, durmió hasta las dos de la madrugada de un tirón, y luego unas buenas horas mordiéndome la cara, arañándome los brazos y empujándome con sus patitas traseras mi pecho. No me dejó descansar tras todo mi trajín del día anterior y cansado, le di una torta y comprendiendo la situación se acurrucó bajo mi cuello y ambos dormimos de seis a siente.
Al día siguiente ya no estaba, su cuerpo sí pero su alma no. Y lloré y aún sigo.
Tato Limón,
su nombre tras conocerla a ella
y su apellido por su dulce amargor.
Tato Limón,
ojos azules y chiquito, pequeñito,
negro, de pelo negro y canas de sazón.
Tato Limón
mi gato de fortuna, de mi alma turbador
mi amigo felino, incondicional nuestro amor.
Tato Limón
tras el otro lado del arcoíris me encontraré contigo
ahora que te has ido sin ton ni son.
Precioso texto de linda vivencia la de ambos juntos. Lo siento amigo. Mucho ánimo. Besote grande
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Carmenchu. Un abrazo
Me gustaMe gusta
Ánimo. Un abrazo muy fuerte 😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo siento mucho!! Un abrazo amigo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias carlos. un beso amigo
Me gustaMe gusta
Un abrazo Mariniet. Besos
Me gustaMe gusta
Gracias mariniet…un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta
Ohh lo siento mucho. Unas palabras preciosas y llenas de amor 💜 Muchos ánimos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
muchas gracias irene. un abrazo
Me gustaMe gusta